El concepto de “capital corrosivo” desarrollado en este libro permite sintetizar un importante fenómeno que afecta a Bolivia: la presencia de capitales pertenecientes o vinculados a Estados no democráticos que aprovechan la debilidad del sistema institucional y de la seguridadjurídica en otro país para hacer negocios mientras apoyan a los gobiernos autoritarios y populistas manteniendo esa debilidad y contribuyendo a prorrogar su poder. El concepto trata un fenómeno que puede dañar al mismo tiempo la democracia y el desarrollo.
En este libro los autores exploran este concepto y analizan sus consecuencias centrando su atención en las inversiones realizadas por capitales vinculados a los gobiernos de China, Venezuela y Rusia.
La presencia económica china se empezó a detectar en Bolivia, como en el resto de AméricaLatina, a partir del año 2000 sobre todo por la velocidad de su crecimiento hasta por lo menos el 2010, y aunque ha seguido creciendo desde entonces, su ritmo parece menos acelerado. La presencia venezolana ganó relevancia desde el 2006 y estuvo muy vinculada a los acuerdos políticos entre los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales. La presencia rusa parece ser menos significativa ya que a pesar de publicitados anuncios, no se han podido concretar acuerdos que mostraban la intención de un acercamiento, sobre todo en relación a la explotación de gas natural.
Esos recursos llegan en tres formas:Inversiones directas. No son grandes y se encuentran sobre todo en la minería, accediendo a yacimientos de propiedad estatal mediante arrendamiento.Contrataciones. Muchas empresas con auspicio o aval gubernamental han accedido a contratos importantes con el Estado que a veces involucran recursos obtenidos mediante créditos atados, pero a veces utilizan solamente recursos de origen boliviano. En la mayor parte de los casos, los contratos son otorgados sin licitación y mediante adjudicación directa.
Published Date: April 11, 2020